EL ETERNO AHORA PT2 / ¡Hasta la victoria siempré!

Aguascalientes, Diciembre 26 (2023).- Estimado lector de esta columna, me es grato encontrarme nuevamente con usted… Recuerda que la semana pasada reflexionamos sobre como el paso del tiempo nos va haciendo consientes de una u otra forma que somos seres mortales y que lo único seguro que nos espera en el futuro es la muerte. Pero la reflexión final fue sobre qué sucedería si en algún momento alguien nos dijera que todo lo que hemos vivido se repitiera cuadro por cuadro, segundo a segundo.

¿Qué pensamiento recorre por su mente al reflexionar sobre esta idea? ¿Su vida seguiría siendo la misma como la ha vivido hasta el día de hoy?

Puede tomarse de dos maneras, la primera puede ser un sentimiento de completa frustración al voltear hacia atrás en las experiencias y en la forma en que hemos gastado el tiempo y caer en cuenta que cada momento de nuestra vida ha sido un total desperdicio, que hemos pasado todo el tiempo navegando entre el ahora y el gran cumulo de pensamientos que nos atraviesan en la mente y nos mantienen distraídos, provocando que se nos vaya la vida sin vivir absolutamente nada. O la segunda postura es un sentimiento de aire fresco que nos atraviesa los pulmones, un nuevo respiro, al darnos cuenta que desde ahora en adelante soy el actor y constructor de mis propias experiencias, el protagonista de ellas y serán memorables en la medida en que yo mismo las construya como tal, haciendo de la vida una galería, en la que podamos pensar y llenarnos de alegría y satisfacción al hacerlo.

Que la idea de que somos seres hecho para la muerte, nos impulse a vivir una vida más autentica, una vida que sea grata para nosotros mismos, impulsados por la fuerza de nuestra mortalidad, aprendamos a ser cada vez menos preocupados por lo que los demás consideran como actos moralmente aceptables o como muchas veces les llaman ignorantemente “buenos”, sino que seamos capaces de elegir y decidir por nosotros mismos, en cada instante de nuestra vida, lo que para nosotros es mejor, bueno y conveniente, convirtiéndonos en arquitectos de ella, con la certeza de que hemos sido nosotros mismos quienes han construido nuestros recuerdos, como obras de arte, colgadas en una gran sala, expuestos como prenda de la belleza autentica que solo confiere la libertad del ser.
<<Con motivo del año nuevo. — Todavía vivo, todavía pienso: tengo que seguir viviendo, porque tengo que seguir pensando. Sum, ergo cogito: cogito, ergo sum. Hoy en día todo el mundo se permite expresar su deseo y su más querido pensamiento; pues bien, también yo quiero decir lo que hoy desearía para mí mismo y que fue el pensamiento que primero corrió este año por mi corazón, ¡un pensamiento que será para mí fundamento, aval y dulzura de toda la vida ulterior! Quiero aprender cada vez más a ver lo necesario de las cosas como bello: así seré uno de los que hacen bellas las cosas. Amor fati: ¡sea éste a partir de ahora mi amor! No quiero hacerle la guerra a lo feo. No quiero acusar, no quiero acusar ni siquiera a los acusadores. ¡Mirar a otro lado sea mi única negación! Y, en general y en definitiva: ¡quiero, algún día, ser alguien que sólo dice sí!>> (Friedrich Nietzsche).

El fin de este año que se acerca nos incite siempre a la reflexión, siendo capaces de ser críticos con nosotros mismos y con lo que hacemos del tiempo que disponemos, invirtiéndolo en ser cada vez más auténticos, una vida hecha por nosotros, a nuestro gusto, que el sentido se lo demos con nuestra propia libertad, aceptando al mismo tiempo las responsabilidades que trae de la mano, pero felices de enfrentarlo, pues al final nos traerá más sentido de existir. La vida solo encuentra sentido en los obstáculos que vamos enfrentando y aprendiendo de ellos.

Lic. Oscar Roberto Valadez Vázquez. Filósofo, director del Café Filosófico «Estoicos – Hedonistas» en Creatoria, conductor del programa “La Taberna», fundador de «In Taberna Quando Sumus», y estudiante de Derecho.